Desde hace 17 años dicto talleres para alumnos, docentes y padres de familia, sobre Educación Sexual Integral, en colegios e instituciones educativas.
Ayer, por primera vez dictaba un taller por mi cuenta y esta vez no hubo nadie ayudándome a manejar la virtualidad, lo que me tenía más tensa de lo habitual.
Al inicio estaba "nerviosa" y cuando recién me sentía en confianza ¡se fue la luz!
Apagón por toda la zona. Felizmente, mi computadora tenía batería y mi celular podía compartir internet.
A todos nos puede ocurrir algún imprevisto y sentir que las cosas se escapan de nuestro control, pero los años invertidos en terapia, me han enseñado a reaccionar con más tranquilidad y encontrar soluciones sin desesperarme (o al menos eso trato).
Además, me he dado cuenta que mientras más exigente me pongo con alguna situación, más sorpresas recibo por parte de la vida.
No podemos controlar todo y tenemos que aceptarlo.
De eso hablo mucho con las personas y parejas que atiendo. Cómo aprender a flexibilizar nuestras expectativas y que no se conviertan en exigencias que, si no se cumplen tal como lo habíamos planeado, terminen por quebrarnos (o a la relación).
Ir a terapia es como ir al gym, no es suficiente con inscribirse, hay que hacer los ejercicios.
Un abrazo,
Rebeca
pd. Me he inscrito en el gym
y todavía no voy. Este post da en el clavo!