Siempre que vemos a una pareja que camina de la mano, que se dan besitos con frecuencia y se tratan con mucho cariño, pensamos: seguro son enamorados, están estrenando la relación o deben de tener poco tiempo juntos. Puesto que tenemos la creencia que con el paso de los años las demostraciones de cariño disminuyen (como si fuera una obligación o un signo de madurez).
Si bien es cierto, que al inicio de la relación el enamoramiento y la pasión son más intensos, eso no quiere decir que con el paso de los años deban desaparecer por completo.
Hay conductas que podemos mantener para siempre para demostrar nuestro amor:
Caminar de la mano
Besarse en la boca
Decirse una palabra cariñosa
Abrazarse (y no sólo para celebraciones especiales como Navidad o cumpleaños).
Decirse que se quieren
Y demostrarlo.
Los cariñitos en la pareja son una muestra de afecto que ayudan a fortalecer el vínculo entre ambos miembros. Si no eres una persona de dar muchos abrazos, no te sientas mal, existen otras formas con las que podrías demostrar tu cariño como: notitas, mensajes de texto, mails cariñosos o algún detalle especial.
Si sientes que con el paso del tiempo, sólo hablas con tu pareja para verificar si ambos cumplieron sus obligaciones y responsabilidades, procura buscar un tiempo para conversar sólo de ustedes, y dejar un momento de lado su rol de padres o administradores del hogar.
Recordemos que al ser padres, somos el primer y principal modelo para nuestros hijos, por lo tanto, la forma en que nos portemos como pareja, será el ejemplo que ellos tomen al momento de elegir una pareja y mantener una relación amorosa. A los niños les da seguridad ver que sus padres se aman, siempre y cuando sean una pareja, sobretodo que se traten con cariño y respeto.
En caso ustedes no estén juntos, la relación debería ser sólo cordial y evitar demostraciones de afecto que podrían confundir a sus hijos dándoles falsas esperanzas de una reconciliación.
Asimismo, existen demostraciones de afecto que debemos evitar frente a nuestros hijos como las de contenido erótico. Los niños al ver a sus padres mantener relaciones sexuales, interpretan el acto como una conducta agresiva y se asustan, pensando que ambos se están haciendo daño. Además, podrían imitar lo que vieron sobreerotizándose y exponiéndose a sensaciones que todavía no tienen la capacidad de entender.
Existen demostraciones de afecto exclusivas de la pareja, como los besos en la boca. Pon énfasis en esas.
Trata de no usar el mismo sobrenombre para todo el mundo. Si le dices mi amor a tu pareja, díselo sólo a esa persona.
Trata de ponerte una cuota o meta de cariñitos para dar, aunque sea en San Valentín y aniversarios. Al principio te podría costar un poco, pero luego te acostumbras. Busca un tiempo sólo para los dos.
Rebeca Podestá para revista “Mundo Celeste”
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