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En 2 meses

Hace 6 años, en dos meses estaba a punto de casarme.


Si bien estaba súper estresada y era una bridezilla (novia neurótica) candidata al famoso programa de cable, el eutrés que sentía (sí eutrés, no he escrito mal, eutrés es cuando es por algo bonito, que te ilusiona, como un matri) era porque daba rienda suelta a mi controladora interior, que además tenía muchos detalles por supervisar y varios pendientes por cumplir.


Ahora dentro de dos meses se supone doy a luz a mi segunda bebé, el estrés actual es distinto, porque varias cosas se salen de mi control. Realmente no sé si en dos meses doy a luz, a diferencia de la fecha de matrimonio que estaba fija (solo se hubiera movido si alguien cancelaba), la fecha de parto es probable. Y con mi primer embarazo se adelantó 1 mes.


Anoche, mientras hacía dormir a mi hijo mayor, caí en la cuenta que faltaban 2 meses exactos para mi fecha probable de parto. Inmediatamente le mandé un WhatsApp a mi esposo que estaba en la sala, él feliz y emocionado me respondió con unos emojis lindos, yo un poco más asustada, tenía los ojos como platos pensando en todo lo que me falta.

Pero ¿realmente me falta tanto? Hablo y hablo de ser agradecida y enfocarnos en lo que tenemos, pero me cuesta. No quiero comparar pero lo hago.

Creo que por esta época ya tenía más cosas para mi primer hijo, empezando por la sesión de fotos de embarazada, la cuna estaba armada, iba a la psicoprofilaxis prenatal o por lo menos ya estaba inscrita, hacia pilates para embarazadas y un largo etc.

Al final, su cuna estuvo de adorno por bastante tiempo, no terminé la psicoprofilaxis porque el parto se me adelantó, y ni siquiera llegué a la clase de la cesárea (que me hubiera servido tanto), felizmente, sí estuve en la de la lactancia y creo que por eso, la pude lograr!!!

Es decir, tengo una larga lista de pendientes, que si bien satisfarían mis ganas de armar el nido, no son realmente necesarios para darle la bienvenida a mi bebé.

Me siento dependiente porque no puedo, o no me conviene, empujar ni cargar nada. Y así, es un poco difícil cumplir con todo lo que tengo por hacer.

La incertidumbre me embarga ¿daré a luz en 5, 7, o 9 semanas? ¿Será natural o cesárea? ¿Tendré algunas cosas listas?

Creo que el embarazo te prepara para aprender a fluir con la vida y a confiar en su proceso. Aprender que no puedes controlar todo, y que si vas a hacer algo, que sea colaborar. No obstaculizar ni interrumpir, con ansiedad, lo que está por venir.



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