Cada 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer.
Hace muchos años, cuando trabajaba en INPPARES, participaba de diferentes actividades por esta fecha. Una campaña que me gustó mucho, porque era diferente y se enfocaba en lo positivo, era sobre dar un Abrazo de Oso a las personas en la calle (no recuerdo el nombre de la campaña, porque fue en el 2006). Fuimos a la Plaza Francia en el Centro de Lima, vestíamos un polo lila (color representativo) con el dibujo de dos osos abrazados y repartimos abrazos por todos lados, a quienes los recibieran previo permiso.
¡Qué lindo sería que la situación actual fuera distinta y en lugar de tener que marchar contra la violencia, tuviéramos la dicha de repartir abrazos con alegría!
Pero, como todavía queda mucho por hacer y la información da poder, me pareció necesario escribir sobre las fases del ciclo de la violencia, como una forma de prevenirla y poder detectarla a tiempo.
Fases Del Ciclo De La Violencia
Acumulación de tensión. Aquí empiezan los actos de violencia ocasionando conflictos en la pareja: pueden ser agresiones verbales o no verbales (te deja de hablar), cambios de ánimo repentinos y agresiones físicas menores.
La mujer se siente confundida, no entiende qué le pasa a su pareja. Muchas veces se siente culpable y para evitar conflictos, prefiere hacer lo que él diga y así llevar la fiesta en “paz”.
Agresión. Ahora, el agresor comete agresiones abiertamente sean de índole psicológica, física y/o sexual. Ya no quedan dudas del maltrato. Los insultos son directos, los golpes cada vez más fuertes y las relaciones sexuales, cuándo y cómo él quiere.
La víctima reconoce que siente temor, pudiendo consultar sobre el tema con alguien de confianza (cuando siente que por sí sola no puede manejarlo más) o llegando a denunciar a su agresor.
Reconciliación o “Luna de miel” Una vez cometida la agresión, llega el arrepentimiento. El hombre ruega perdón, promete que nunca más lo va a hacer, llora e implora para dejar el episodio en el pasado. El agresor jura que no sabe que pasó, le echa la culpa al alcohol, al estrés o a cualquier otro problema.
En esta fase el maltratador, manipula a su víctima a través de actos cariñosos, mostrándose débil y pidiéndole ayuda para poder cambiar. Lamentablemente, durante esta fase se vuelve a acumular la tensión lo que hace que tarde o temprano, se cometa una nueva agresión y por lo tanto, se perpetúa la violencia.
El círculo de la violencia puede ser confuso, especialmente si estas inmersa en él.
*En un post anterior que pueden leer aquí escribí también sobre el tema de la violencia contra la mujer.
Comments